miércoles, 15 de julio de 2009

EL ENTORNO POLÍTICO (VISIÓN INTEGRAL)


-Perspectiva Legal

Cada nación adopta su propio sistema interno de gobierno, políticas y leyes, y determina cómo hará tratos con otras naciones. A ello se agrega, que cada país tiene su propio estilo de gobiernos, de cómo promulgan y ponen en función leyes que pueden en determinadas situaciones afectar o beneficiar el comportamiento empresarial. En algunos casos, algunas leyes pueden afectar la proporción de la propiedad que pueda tener la compañía multinacional en su subsidiario, los objetivos del subsidiario, políticas de contratación, políticas de adquisición, etc. Los gobiernos que creen en el libre comercio dan la bienvenida a las inversiones extranjeras y a las importaciones. Los que no, restringen las importaciones y las inversiones extranjeras, y están en contra de las empresas con base en el extranjero que están haciendo negocios en sus países. El entorno político legal en un país anfitrión potencial puede afectar la decisión de una compañía multinacional para entrar al país y la manera en que operará el subsidiario. Entonces, antes de comprometerse a entrar a un mercado, la compañía multinacional debe analizar con profundidad el entorno político legal. Venezuela últimamente ha originado cierto temor en las inversiones por su inestabilidad política, por su política cambiaria, por sus medidas tributarias, Por su preferencia con algunos países que de acuerdo a convenios, pactos los favorecen, aunque muchas veces ello afecta el desarrollo empresarial del país. No hay que olvidar, que los principales riesgos políticos que enfrentan las compañías multinacionales son la confiscación, la expropiación, la nacionalización y la interiorización. La confiscación significa que el país anfitrión adopta la propiedad de la multinacional en ese país sin indemnizar a la compañía.

La expropiación implica el pago parcial de parte del gobierno en una venta forzada de las propiedades de la multinacional. La interiorización es una variedad de esfuerzos hechos por el gobierno del país anfitrión para presionar a que las multinacionales transfieran la propiedad y/o el control de la multinacional a nacionales.

-Perspectiva competitiva

Al respecto, se debe analizar cómo se manifiesta la competitividad en el territorio nacional, así como en aquellos países que se han seleccionado para actuar. Para ello, la Gerencia debe evaluar, analizar quiénes son sus competidores, cómo operan, cuáles son sus ventajas competitivas, si lo hacen a través de monopolios. Oligopolios o por libre competencia .

Se conoce que en el caso de Europa por ejemplo, los monopolios son muy polares. Considérese, que un monopolio es un grupo de empresas de diferentes naciones que convienen en compartir mercados. Por lo tanto, las empresas que en caso contrario competirían entre sí convienen en cambio en limitar la producción, compartir mercados y fijar precios.

Estudiosos del tema señalan, que en algunos países del extranjero los comerciantes internacionales se hallan compitiendo con empresas del gobierno.

Las que se consideran prácticas comerciales aceptables varían también en forma muy marcada entre naciones. El soborno puede ser una práctica aceptada para asegurar ventas en algunos países; en otros países los contendientes pueden enfrascarse abiertamente en actividades de espionaje industrial con objeto de estar al tanto de los esfuerzos de creación de productos de otro. En un número cada vez mayor de casos, la competencia internacional se enfoca en el contracomercio. Las actividades contracomerciales son transacciones en las que las compras se pagan con algún otro elemento que no sea dinero y el crédito es el medio de intercambio.

El contracomercio contribuye aproximadamente del 25 al 30 % del comercio total en el mundo. El tipo más elemental de comercio es el trueque simple. El comprador y el vendedor intercambian productos directamente entre sí y no tratan con dinero en efectivo o a crédito.

La contracompra es un tipo de contracomercio más refinado. En una contracompra, el proveedor vende una planta o producto en efectivo pero conviene como condición de la venta realizar otro contrato con ese cliente para comprar una cantidad especificada de productos no relacionados del cliente, en efectivo, para compensar el costo de lo que incurrió el comprador. La compra recíproca es aun otra forma de contracomercio. Por ejemplo, el proveedor conviene en comprar parte de la producción de la planta. Lo cierto, que la gerencia de mercados venezolana, caso que nos concierne, debe analizar cómo las empresas extranjeras actúan en el mercado nacional, que Alianzas tienen, como estan Vinculadas con el Gobierno gracias a Acuerdos, Convenios, Pactos, así como cuáles son sus estrategias competitivas que las hacen muchas veces más favoritas que las empresas nacionales. Cuáles son sus acciones que utilizan en pro de su mezcla de mercados que las hacen preferidas con respectos a las empresas del país.

-Perspectiva tecnológica

Este es un entorno muy significativo para el caso venezolano, dado a que se ha descuidado muchísimo el desarrollo tecnológico y más bien se incrementa cada vez más la dependencia tecnológica en el caso de las empresas. El contar con una tecnología nacional, con un buen desarrollo tecnológico, garantiza, productividad, costos, calidad en los productos y permite el ser altamente competitivo.

Definitivamente, el nivel de desarrollo tecnológico de un país afecta asimismo el atractivo que tiene hacer negocios ahí y el tipo de operaciones que se pueden realizar. Los comerciantes de países desarrollados a menudo dan por sentadas instalaciones de transporte, comunicaciones y procesamiento de datos modernos, y fuentes de energía adecuadas que quizá no tengan en algunas secciones de países menos desarrollados. Un sistema de transporte deficiente incrementa los costos de producción y distribución física. Las instalaciones de comunicaciones deficientes pueden excluir la publicidad de televisión, radio y en revistas y requieren ventas personales que son más costosas. La ausencia de instalaciones de procesamiento de datos modernos dificulta la planeación, coordinación y control de las operaciones de una subsidiaria extranjera y las integra con las operaciones de la firma matriz.


La Empresa y el entorno político


La empresa como centro de la actividad económica, dentro de la sociedad, requiere que funcione de forma eficiente, para lograr sus objetivos y metas. Pero este funcionamiento depende de los factores externos, ajenos a la empresa y que son relevantes para su funcionamiento, que se encuentran alrededor de la empresa y que conforman su entorno. Por lo que para llevar a cabo los planes y proyectos de la empresa, se deberán de tomar en cuenta estos factores, no sólo en el presente sino también a futuro, permitiendo con esto identificar tanto amenazas como oportunidades. Por lo tanto, es importante identificar estos factores que conforman el entorno de la empresa.

El entorno lo podemos clasificar de acuerdo a su naturaleza en:

  • Físico.- Son los recursos naturales que rodean a la empresa.
  • Económico.- Condiciones y tendencias generales de la economía que son relevantes en las actividades de la organización.
  • Tecnológico.- El total del conocimiento que se requiere para realizar actividades.
  • Socio-cultural.- Son las actitudes, expectativas, educación, creencias y costumbres de un grupo social determinado.
  • Político-jurídico.- Hace referencia al marco legal donde se desenvuelve la empresa.
  • Ético.- El conjunto de normas morales que influyen sobre la empresa.

También el entorno lo podemos clasificar de acuerdo a su cercanía en:

  • Gran entorno.- Cuando el elemento del ambiente es genérico, es decir, afecta a muchas empresas indirectamente.
  • Sectorial.- El elemento afecta a la empresa y a sus competidores, directos o indirectos.
  • Empresarial.- Sólo afecta a la empresa.

Para evaluar el impacto del entorno se deberá identificar tanto las amenazas como las oportunidades, así como el grado de injerencia que tienen sobre las operaciones de la empresa. De forma que podamos atender a aquellos que puedan afectar en gran medida los proyectos y planes que se tienen para la empresa. Nos podemos apoyar en dos criterios para determinar lo anterior: impacto potencial del elemento y posibilidad de ocurrencia. Otro aspecto para evaluar el entorno son los factores críticos de éxito, los cuales son indicadores del buen desempeño de la compañía.

Todo lo anterior tiene por objetivo vigilar el entorno para detectar posibles irregularidades y poder sacar provecho de estas.

En cuanto al entorno político, uno debe de estar empapado en las leyes más importantes de la sociedad en que vivimos. Estando estas leyes tanto en la constitución, como en reglamentos y códigos. Desgraciadamente, la gran mayoría de nosotros desconocemos en su totalidad estas leyes, y es más, lasta las subvaloramos, ya que nos parece intracedental conocerlas.

Lo anterior aunado a la gran dinámica que se tiene en la sociedad, ya que las demandas y creencias sociales cambian a gran velocidad trayendo como consecuencia, el cambio también en las leyes. De aquí que se viva con cierta ignorancia sobre el marco jurídico en el que nos desenvolvemos.

Estás leyes, al ser establecidas por políticos, nos marca la pauta de las tendencias que pueden llevar. Por lo que nuestra responsabilidad no es sólo conocer las leyes, sino también las características e ideologías que tienen los diferentes actores de la vida política del país, para que en base a esto, no sólo podamos externar nuestra opinión en estos temas, sino que lleguemos a pronosticar cambios y tendencias hacia el futuro.

Conocer leyes y reglamentos, nos puede ayudar a tener una ventaja sobre nuestros competidores, o cuando menos a que nadie se aproveche de nosotros. Las más importantes serían:

  • La constitución.
  • Reglamento de tránsito.
  • Código civil.
  • Código mercantil.
  • Código penal.
  • Ley del trabajo.

Así como el pensamiento de los partidos de izquierda, conservadores, derecha, liberales, etc.

No es necesario saberse de memoria cada uno de los artículos, pero si saber que procede para situaciones especificas. Y más cuando se trata de nuestros proyectos que tenemos dentro de la empresa.

Les invito a que no perdamos de vista este rubro tan importante del entorno, ya que su conocimiento o desconocimiento puede ser un factor decisivo en el éxito de la empresa.



domingo, 12 de julio de 2009

TEORÍA DE SISTEMAS Y SOCIEDAD



Por: Tomás Austin Millán (Sociólogo, Antropológo Social-Magister Cs.Ciencias de la Comunicación, Este artículo es parte del libro FUNDAMENTOS SOCIOCULTURALES DE LA EDUCACIÓN, Editorial Universidad "Arturo Prat" Sede Victoria, Capítulo 1, 2000)

Desde hace casi medio siglo y superando a la costumbre de hablar de "organización social", se ha comenzado a caracterizar a las sociedades humanas como "sistemas sociales", entendiendo con ello que existen una serie de fenómenos colectivos interdepedientes, -de alguna manera ordenados e interactuantes- que finalmente constituyen, producen y reproducen a la sociedad humana. Se hace referencia al sistema o sistemas sociales para indicar a la sociedad local, regional o nacional1. A esos niveles de referencia, el concepto de "sistema" resulta útil como herramienta conceptual y de análisis, porque permite visualizar a un "todo" heterogéneo de seres humanos, ordenado y en interacción recurrente. A partir de lo anterior, podemos comenzar a hablar de una visión holística de la sociedad humana.

¿Que es una visión holística de la sociedad humana?

La visión holística2 de la sociedad es opuesta a la visión atomista (a partir de la física newtoniana) que ve a la sociedad compuesta de partes --reales o conceptuales-- completamente independientes unas de otras y en el que el todo no es mas que la suma de las partes.

La visión holística asume que el todo es superior o diferente a las partes, algo que nos viene del mundo de la física y la química desde comienzos de siglo. Como dice Johansen, "...los fenómenos no sólo deben ser estudiados a través de un enfoque reduccionista. También pueden ser vistos en su totalidad. En otras palabras, existen fenómenos que sólo pueden ser explicados tomando en cuenta el todo que los comprende y del que forman parte a través de su interacción."3 A su vez, la totalidad es una propiedad inherente de los sistemas, "es decir, un sistema se comporta como un todo inseparable y coherente. Sus diferentes partes están interrelacionadas de tal forma que un cambio en una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total."4

 

PRIMERA PARTE: EN QUÉ CONSISTE UN SISTEMA

La característica esencial de una totalidad es la "sinergia"

Como un sistema es un todo inseparable, resulta "que un sistema no es la simple suma de sus partes, sino que la interrelación de dos o más partes resulta en una cualidad emergente (gestalt) que no se explica por las partes consideradas separadamente"5

Dicho de otra manera, la "sinergia" se refiere a que la totalidad del fenómeno no es igual a sus partes, sino algo diferente y superior, por lo que, si queremos conocer y analizar un fenómeno sitémico, tendremos que mirar no a sus partes una por una, sino a (la complejidad de) su organización y a las sreusltantes que de ella surjan. Watzlawick sostiene que: "Así, la no-sumatividad (que la totalidad del fenómeno no es igual a sus partes), como corolario de la noción de totalidad, proporciona una guía negativa para la definición del sistema. Un sistema no puede entenderse como la suma de sus partes; de hecho, el análisis formal de segmentos artificiosamente aislados destruiría el objeto mismo de estudio. Se hace necesario ... prestar atención al núcleo de su complejidad, a su organización".6

El ejemplo clásico es el del reloj: ninguna de sus partes contiene a la hora en el sentido de que ninguna pieza del reloj es capaz de mostrar el factor tiempo: podría pensarse que las piezas pequeñas deberían indicar los segundos; las piezas medianas los minutos y el conjunto, la hora; pero nada de eso ocurre, como bien sabemos. Sin embargo, el conjunto de piezas del reloj una vez interrelacionadas e interactuando entre ellas –es decir, su organización interna--, sí es capaz de indicarnos la hora o medir el tiempo. Esto es lo que se llama sinergia.

En cuanto a los sistemas sociales, estos son siempre sinérgicos. Por ejemplo, el sistema social de una comuna de Chile --en cuanto a lo que es y produce como un socioespacio en que se desarrolla un conjunto de seres humanos-- no puede ser explicado ni analizado tomando cada una de sus partes por separado, como el sistema vial, el de salud, el de educación, etc. Lo mismo sucede si tomamos a una escuela como sistema social, ninguna de sus partes por separado puede producir en pequeño lo que es su producto final: miembros de la sociedad en condiciones de desempeñarse plenamente como tales.

El holismo y la teoría de sistemas

Curiosamente, los descubrimientos científicos sobre las facultades holísticas del cerebro --la capacidad de su hemisferio derecho de comprender globalmente-- han hecho surgir serias dudas sobre el método científico en cuanto tal. La ciencia siempre ha intentado comprender la naturaleza reduciendo las cosas a sus partes integrantes. Ahora bien, resulta incuestionablemente claro que las totalidades no pueden ser comprendidas por medio del análisis. Esto es un boomerang lógico, lo mismo que la prueba matemática de que ningún sistema matemático puede ser realmente coherente consigo mismo. El prefijo griego syn ("junto con"), en palabras como síntesis, sinergía, sintropía, resulta cada vez más significativo. Cuando las osas se juntan, sucede algo nuevo. Toda relación supone novedad, creatividad, mayor complejidad. Ya hablemos de reacciones químicas o sociedades humanas, de moléculas o de tratados internacionales, hay en todas ellas cualidades que no pueden predecirse a partir de la simple observación de sus componentes7.

El sistema es una entidad independiente y un todo coherente.

Cuando empleamos la teoría de sistemas para comprender o estudiar algún fenómeno, es esencial entender que un sistema es ante todo una entidad independiente, no importa que a su vez pertenezca o sea parte de otro sistema mayor, y que, visto así, es a su vez y todo coherente que podemos estudiar y analizar para mejorar nuestra comprensión de ese fenómeno. Como indica Watzlawick:

"Cada una de las partes de un sistema está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total. Esto es, un sistema se comporta no sólo como un simple compuesto de elementos independientes, sino como un todo inseparable y coherente. Quizás esta característica se entienda mejor en contraste con su opuesto polar, el carácter sumatorio: si las variaciones en una de las partes no afectan a las otras o a la totalidad, entonces dichas partes son independientes entre sí y constituyen un "montón" (para utilizar un término tomado de la literatura sobre sistemas) que no es más complejo que la suma de sus elementos. Este carácter sumatorio puede ubicarse en el otro extremo de un contínuo hipotético de totalidad, y cabe decir que los sistemas siempre se caracterizan por cierto grado de totalidad."8

Del mismo modo, entenderemos a todo sistema social como una totalidad, con todas sus partes y elementos, de tal manera interrelacionados, que cualquier variación o cambio en una de sus partes afecta a cada uno de los elementos restantes.

De cómo un "todo" se convierte en un "sistema".

Sin embargo un "todo" puede ser, o una porción muy amplia del mundo, o un fenómeno muy vago e impreciso (en alguna parte hay que poner los límites), de modo que aquí es donde se prefiere al concepto de "sistema" --refiriéndose a un conjunto con partes reconocibles como interrelacionadas-- como un concepto que permite el análisis científico de cualquier "todo" que nos interese analizar o conocer en detalle y con rigurosidad científica... Según Johansen, "ante la palabra sistema'', todos los que la han definido están de acuerdo en que es un conjunto de partes coordinadas y en interacción para alcanzar un conjuntos de objetivos.9 También aporta otras definiciones tales como: "según Hall ... conjunto de objetos y sus relaciones, y las relaciones entre los objetos y sus atributos", y según el General Systems Society for Research, "un conjunto de partes y sus interrelaciones.10

Origen del concepto de "sistema"

Al respecto hay que recordar que el concepto de sistema surge con fuerza con las operaciones bélicas de la Segunda Guerra Mundial, las que por su complejidad logística y magnitud en cuanto a la cantidad de soldados y materiales comprometidos, como en la invasión del Día D, requirió desarrollar una metodología que permitiera incorporar al análisis estratégico a un conjunto numeroso de sistemas que se convertían en interdependientes en el momento de la gran batalla. Después, en la postguerra, las grandes industrias modernas incorporan esta nueva disciplina en la planificación empresarial con el nombre de Operación de sistemas, donde aparece claramente la importancia de la interdiciplinariedad y la cooperación organizada de lo heterogéneo. Con Bertalanffy, se establece claramente la importancia de los estudios de sistemas para diversos campos de la ciencia, solo que con este autor, dichos estudios dejan de pertenecer solo a la biología, para buscar realizar el sueño (de Bertalanffy) de transformarlo en un lenguaje universal para la ciencia, incluyendo a los estudios de la sociedad. Es en este punto en que los estudios de sistemas se unen a la concepción holística de la sociedad.11

 

 

 

 

 

SEGUNDA PARTE:

LOS CONCEPTOS INVOLUCRADOS EN LA TEORÍA DE SISTEMAS

Recursividad y subsistemas.

Los sistemas son sinérgicos y también recursivos. Cuando hablamos de totalidades, desde una perspectiva holista, podemos estar refiriéndonos a todo el universo, porque en el fondo esa es la mayor totalidad conocida. Sin embargo cuando estamos analizando a algún fenómeno humano necesitamos poner límites en algún lado. Ayudados por la Teoría de Sistemas, podemos ubicar aquel "conjunto de partes interrelacionadas" que constituyéndose en un sistema reconocible --porque identificamos sus límites-- nos permite analizarlo, describirlo y establecer causas y consecuencias dentro del sistema o entre el sistema y su entorno, lo esencial es tener presente lo que ya se dijo más arriba: que podemos considerar como sistema a cualquier entidad que se muestra como independiente y coherente, aunque se encuentre situada al interior de otro sistema, o bien, aunque envuelva y contenga a otros subsistemas menores, eso es lo que llamamos la recursividad de los sistemas.

Por ejemplo, la totalidad del país contiene un sinnúmero de subsistemas. El sistema país contiene a los subsistemas regiones. Las regiones contienen a los subsistemas provincias, y las provincias a los subsistemas comunas. A su vez las comunas contienen a otros subsistemas como el de Salud, Educación, Arte, etc. Como cualquier de estos subsistemas es a su vez una entidad independiente y coherente, pueden a su vez ser considerados como un sistema en sí mismo, siendo el conjunto mayor que lo contiene el supersistema y los menores, los subsistemas, es decir, podemos tomar cualquiera de esos "subsistemas" y convertirlos en la totalidad/ sistema que nos interesa estudiar. Así, podemos estudiar el "sistema Comunal", "Regional", "educacional", "de Salud", etc.

Relación entre el Sistema y el Entorno.

Los sistemas sociales -que son los que nos preocupan esencialmente- no se producen en el vacío, aislados completamente de otros fenómenos, por el contrario, los sistemas tiene un entorno, es decir, están rodeados por otros fenómenos que usualmente incluyen a otros sistemas12. Como dicen Rodríguez y Arnold, explicando a Luhmann, "El sistema se constituye en su diferenciación del entorno. Se puede decir que el sistema "es" su diferencia respecto del entorno"13.

 

La "entropía14/negentropía" o el orden del sistema.

La "entropía" implica la tendencia natural de un sistema a entrar en un proceso de desorden interno, y "negentropía" vendría a ser lo contrario: la presión ejercida por alguien o por algo para conservar del orden interno del sistema. Estos dos conceptos suelen ser problemáticos para los alumnos, pero podemos entenderlo pensando que el cambio de la sociedad, la que normalmente se refiere a tendencias entrópicas, porque las diferentes presiones que se ejercen sobre el sistema, llevan a que se produzcan cambios de carácter aleatorio en los diferentes elementos del sistema social, Sin embargo, el proceso de Control Social --que no es otra cosa que la tendencia al aparecimiento, cuidado y mantención de reglamentos y leyes que ponen orden a la sociedad y que una vez establecidos son difíciles de cambiar-- ponen el factor negentrópico (ordenador, que proporciona, orienta o conduce al orden).

 

Sistemas cerrados y abiertos

Los sistemas pueden ser cerrados o abiertos. En los primeros nada entra ni nada sale de ellos. Todo ocurre dentro del sistema y nada se comunica con su exterior. En cambio los sistemas abiertos requieren de su entorno para existir. Los sistemas biológicos y los sistema sociales son sistemas abiertos, y a ello se debe que la teoría de sistemas haya tenido tanta aceptación en el campo de las ciencias sociales en décadas recientes.

Marilyn Ferguson los describe así:

"Algunas formas naturales son sistemas abiertos, esto es, están implicados en un contínuo intercambio de energía con el entorno. Una semilla, un huevo fecundado, un ser vivo, son todos ellos sistemas abiertos. También hay sistemas abiertos fabricados por el hombre. Prigogine cita el ejemplo de una ciudad: absorbe energía de la zona circundante (electricidad, materias primas), la transforma en la s fábricas, y la devuelve al entorno. En los sistemas cerrados, por el contrario –tendrímos como ejemplos una roca, una taza de café frío, un tronco de leña—no existe una transformación interna de energía."15

Sistemas abiertos y su necesidad del entorno: "Entradas / Salidas" (Imput-Output).

"Un sistema cerrado es aquel que, no recibiendo imputs del exterior, tiende al agotamiento interno, a la entropía. Por el contrario, un sistema abierto es el que, recibiendo energías o ímputs del exterior es capaz de renovarse; entonces se dice que tiene entropía negativa."16

Al respecto Rodríguez y Arnold sostienen que:

"La concepción de sistemas abiertos se transforma en un modelo de análisis donde el equilibrio pasa a ser la categoría dominante. A su vez el esquema imput-output permite recuperar el modelo de explicación causal al relacionarse los imputs con causas y los outputs con efectos. También esos últimos se pueden analizar en términos de consecuencias para el sistema mayor. (...) Todo sistema obtiene la energía que le da vida de su entorno. "Cualquiera sea la alternativa escogida, los sistemas se definen por una relación dinámica entre imputs (entradas) y outputs (salidas). El sistema mismo es el encargado de procesar los materiales que provienen del ambiente, parar lo cual disponen de estructura y organización internas"17

Retroalimentación y cibernética.

La cibernética18 tiene que ver o se refiere a los sistemas autónomos, es decir, que son capaces de encontrar u objetivo o finalidad (o su camino) por sí mismos, sin necesidad de ser guiados o controlados por alguien o algo fuera del sistema.

Por lo tanto la cibernética es una ciencia de la acción, por un lado, y dentro de ella, de los mecanismos de comunicación y de control que permiten que el sistema reoriente o replantee continuamente su andar para llegar a su meta, objetivo o fin de su existencia, par lo cual necesita contar con algún tipo de servomecanismo que lo redirija permanentemente. Uno de los sistemas cibernéticos más corrientes es el misil antiaéreo que encuentra a su blanco (objetivo) automáticamente, corrigiendo su dirección continuamente hasta dar en el blanco.

"Sostenemos básicamente que los sistemas interpersonales --grupos de desconocidos, parejas matrimoniales, familias, relaciones psicoterapéuticas o incluso internacionales, etc.-- pueden entenderse como circuitos de retroalimentación, ya que la conducta de cada persona afecta la de cada una de las otras y es, a su ves, afectada por éstas".19

Para entender este concepto pensemos en la persona que conduce una bicicleta, que es una experiencia que la mayoría de los lectores de este artículo seguramente habrá vivido. En la medida que avanza, el ciclista corrige la dirección, ya que la bicicleta tiene una fuerte tendencia a derivar hacia los lados. El acto de corregir la dirección impuesta es producto de la retroalimentación que se produce en la mente del ciclista, quien continuamente reexamina si va en la dirección que quiere, si ello no ocurre, corrige la dirección. Esta cualidad de autocorrección sucede en todos los sistemas y es la base de la cibernética "que concierne en especial a los problemas de la organización y los procesos de control" 20 y en el caso de los sistemas sociales se refiere a la capacidad que tiene éstos para mantener estables su dirección o finalidad. Comprende todos aquellos aspectos que incorporamos cuando hablamos de retroalimentación y de autoevaluación y que más adelante veremos incorporados en el concepto de autopoiesis.

 

La "Autopoiesis"21

Desde comienzos de la década de los 70 y como una forma de superar la caída del edificio teórico del estructural funcionalismo, que los sociólogos del todo el mundo han estado desarrollando un constructo teórico que pueda dar cuenta del hecho que algunos sistemas (¿o todos?) a pesar de ser el producto de los individuos que lo han generado consciente o inconscientemente, tienden a cobrar ciertos niveles de autonomía propia, independiente de quienes lo crearon y de las personas que los hacen realidad. Lo anterior viene a significar que, en algún momento de su existencia, estas formas de actuar (¿o agencias?) "son capaces de producirse continuamente a sí mismas"22. O como dice el sociólogo británico Anthony Giddens, se trata de agencias que "producen y reproducen las condiciones de su propia existencia", o bien, que "se levanta por sus propios cordones, y se constituye como distinto del medio circundante por medio de su propia dinámica, de tal manera que ambas cosas son inseparables"23.

Esto se explicaría así:

1. El principio de retroalimentación, ya mencionado implica que los sistemas abiertos como los sistemas sociales usualmente contienen algunas formas de operar dentro de sí que le permiten informar si mantienen su finalidad o dirección correcta o no.

2. Cuando esta información pone en marcha algún mecanismo o sistema menor de corrección de la marcha, finalidad o dirección del sistema total, está el juego el principio de la cibernética, ya que los sistemas cibernéticos son todos aquellos que pueden corregir su propia marcha para alcanzar su objetivo o finalidad, como los robots, por ejemplo24. Dentro del sistema cibernético, el mecanismo o subsistema de retroalimentación o feedback opera como "cana negra" u órgano censor y rector en la mediación tanto del proceso de acción (todos los procesos que permiten que el sistema opere o actúe) como de la dirección o producto del sistema (que debe ser siempre el establecido por sus fines u objetivos) cumpliendo el principio de equifinalidad, que es la capacidad de los sistemas de llegar a un mismo fin a partir de puntos iniciales distintos25 . Es decir, que el sistema puede enviar señales correctivas de su marcha (para alcanzar su finalidad u objetivo) desde distintas partes del mismo. En un sistema social esto podría significar que distintas instituciones internas pueden presionar o intentar corregir la dirección que sigue el conjunto de la sociedad implicada en tal sistema.

Justamente, es porque el sistema cibernético tiene su propio sistema de control y corrección de la dirección que se dice que son sistemas autónomos. También aparece como consecuencia la necesidad de que al interior del sistema se dé una comunicación expedita y clara entre sus diferentes elementos, para que el sistema de retroalimentación pueda operar sobre la dirección correcta (del principio de EQUIFINALIDAD).

3. En segundo lugar puede actuar la homeostasis, término que describe la tendencia de los sistemas, especialmente naturales, a mantener ciertos factores críticos (temperatura del cuerpo, densidad de población, etc.) dentro de cierto rango de variación estrechamente limitado. En el caso de los sistemas sociales esto significa que el sistema en estudio soportará cierto rango de variación en su estructura manteniéndose estable y corrigiendo su finalidad en forma natural (de acuerdo al principio de equifinalidad), pero que pasado los rangos soportables por la estructura que forman sus instituciones, el sistema entra en un proceso de cambios profundos de desintegración o de orientación hacia una nueva finalidad. El punto es importante en el área de estudios sociales llamado Cambio Social (que se verá más adelante). Si la comunicación dentro del sistema no opera correctamente, el sistema entra en un proceso en que las fuerzas entrópicas (tendencias hacia el desorden y el caos) superen los límites establecidos por la HOMEOSTASIS alterándolo completamente o haciéndolo desaparecer.

4. El conjunto de estos mecanismos o procesos hará que se cumpla el fenómeno que antes hemos enunciado con el nombre de autopoiesis, que consiste en que los sistemas sociales son capaces de mantener su finalidad o propósito estable, a pesar de que a menudo sean objeto de presiones para que cambien. (Es necesario tener en consideración eso sí, que la autopoiesis no tiene relación alguna el fenómeno de que algunos sistemas sociales cambien sin razón aparente o fuera del control de sus actores

La teoría de sistemas en la educación

El enfoque sistémico ha sido frecuentemente aplicado al estudio del contexto escolar, aunque más preferentemente se trata de estudios centrados en la psicología pedagógica y muy pocos en las aspectos culturales y sociales26. La propuesta de este trabajo es que los profesores utilicen la perspectiva sistémica para examinar los aspectos sociales y culturales de su trabajo pedagógico examinando los distintos proceso que involucran a la actividad educativa y utilizando los conceptos que conforman la teoría de sistemas. El principio de recursividad nos permite ver los distintos niveles de la educación como sistemas unitarios: el sistema educativo nacional, que contienen sistemas educativos regionales, los que a su vez contienen sistemas educativos menores, hasta llegar a la unidad educativa (la escuela) como un sistema en sí mismo. Cualquiera de esos sistemas son susceptibles de ser analizados a partir de los elementos que ingresan en su corriente de entrada (imputs) y lo que egresa hacia su entorno (outputs), pasando por sus procesos internos, los que aquí proponemos como los más básicos: el de socialización (que permite la autopoiesis del sistema), de institucionalización (donde habitan las fuerzas entrópicas), de control social (que representa la negentropía y la homeostasis) y de cambio social (la adaptación del sistema y la otra parte de su autopoiesis), y el proceso cultural (una especie de sumario de todos los proceso juntos); todo lo cual se da en un entorno o ambiente con el que el sistema escolar en estudio está en permanente comunicación. La Teoría sistémica no le dice al profesor a qué sistema mirar, éste dispone de ella como una herramienta o un instrumento para ver la educación hacia su interior relacionando cada parte con las otras partes y con el todo, buscando percibir su sinergia para optimizarlo o, simplemente, hacer su trabajo cotidiano.

La Educación como Sistema en dos textos

"Los sistemas sociales son a su vez sistemas en una escala menor: subsistemas, y se relaciona con otros sistemas en un nivel más amplio de organización: los suprasistemas (Skynner, 1976). Si consideramos a la escuela como un sistema, podemos distinguir en él varios subsistemas: cada uno de los grupos o cursos con su profesor, el subsistema directivo, el subsistema docente, etc. A la vez, la escuela es en sí un subsistema de un sistema más amplio que es el sistema escolar básico, el sistema escolar nacional, etc.". Ana María Arón S. Y Neva Milicic M., VIVIR CON OTROS Programa de Desarrollo de Habilidades Sociales. Editorial Universitaria, 1994, Pág. 71.

 

El enfoque sistémico "enfatiza el análisis del sistema total, en vez de detenerse en las partes o subsistemas componentes ... se esfuerza en conseguir la eficacia del sistema total, más que por mejorar la eficiencia de las partes o subsistemas sin tener suficientemente en cuenta la interdependencia e interconexión de cada una de las partes que interactúan. Estas consideraciones no sólo son válidas para aplicar en una institución docente, sino también para todo el sistema educativo. (No) afirmamos que sea la única manera significativa de estudiar la administración y las organizaciones. En este momento, nos parece la más significativa, habida cuenta del desarrollo actual de la ciencia y las transformaciones que se han ido dando en las organizaciones". Ezequiel Ander-Egg, LA PLANIFICACION EDUCATIVA,. Lumen 1995, Pág. 72-3.

 

NOTAS Y REFERENCIAS

1. Note que cuándo se hace referencia las sociedades continentales se habla usualmente de los sistemas "políticos" (de poder) y nunca del conjunto de la sociedad continental como sería, por ejemplo, referirse al "sistema social latino americano", porque a ese nivel el concepto de sistema resulta inadecuado para referirse a conjuntos de sociedades (nacionales) usualmente poco unidos y a menudo culturalmente en conflicto.

2. Holismo: (filosofía) Tendencia de la naturaleza a formar totalidades/todos que son más que la suma de sus partes agrupadas en orden. (Holo: 1. prefijo= entero; todo. 2. Prefijo que entra a formar muchos vocablos con la significación de totalidad, Holocausto, holoédrico, holopétalo) // "La palabra holismo proviene del griego "holos", cuyo significado es totalidad, globalidad, calidad de entero, integridad. Tan importante como los constituyentes de un cuerpo (los átomos de un cuerpo físico, los integrantes de un cuerpo social) es la configuración en que dichos componentes se disponen". Dr. Carlos Wernicke: "Abordaje holístico: qué es y qué no es...", en EL FILÓSOFO CALLEJERO, Abril 1995

3. Oscar Johansen B, 1989, citado, Pág. 18.

4. Alejandro López, Andrea Parada y Franco Simonetti, INTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN, Ed. Univ. Cat. De Chile, 1995, pág. 145.

5. Alejandro López y otros, INTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN, citado , pág. 145.

6. Paul Waztalwick, Janet Beavin Bavelas, Don D. Jackson, (1967) 1993, TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Hereder, Barcelona. Pág. 121, mi énfasis.

7. Para una mejor comprensión, vea también: Marilyn Ferguson, LA CONSPIRACIÓN DE ACUARIO, Biblioteca Fundamental, (1985) 1994, Págs. 179-80.

8. Paul Watzlawick, et. al., citado, Pág. 120.

9. Oscar Johansen B. citado. pág. 54

10. Johansen, citad, pág. 55-6.

11. Sobre el orígen de la Teoría de Sistemas vea Cap. 1 "El concepto cambiante del mundo" de: Russell Ackoff, PLANIFICACIÓN DE LA EMPRESA DEL FUTURO, y Rodríguez y Arnold, citado, pág. 37-8.

12. Según Luhmann, "Los sistemas no sólo se orientan ocasionalmente o por adaptación hacia su entorno, sino de manera estructural, y no podrían existir sin el entorno. Se constituyen y se mantienen a través de la producción y el mantenimiento de una diferencia con respecto al entorno, y utilizan sus límites para regular esta diferencia": N. Luhmann, SOCIEDAD Y SISTEMA, pág. 50.

13. Rodriguez y Arnold, citado, pág. 102

14. ENTROPÍA: Término tomado por Shanon de la termodinámica y empleado a veces como sinónimo de incertidumbre. La Entropía expresa el carácter aleatorio -y por lo tanto imprevisible- de los movimientos de las moléculas de gas, como la incertidumbre expresa el carácter aleatorio, por tanto imprevisible de las señales del mensaje: DICCIONARIO GENERAL DE CIENCIAS HUMANAS. G. Thiers y A. Lemperur, Catedra 1975 Madrid.

15. Marilyn Ferguson, LA CONSPIRACION DE ACUARIO, Biblioteca fundamental, 1994, España.

16. Roberto Garvía, CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE SOCIOLOGÍA, Alianza Editorial 1998, Pág. 97.

17. Rodriquez y Arnold, citado, pág. 40.

18. Cibernética: Denota a un cuerpo de teorías e investigaciones que se preocupa de los seres humanos, otros organismos y de las máquinas. Esta teoría e investigaciones están enfocados en: (a) la automantención y autocontrol de sistemas mecánicos y orgánicos a través del proceso del feedback o Retroalimentación, y (b) la comunicación de información en los sistemas mecánicos y orgánicos. En su uso moderno en las ciencias sociales el termino fue acuñado por N. Wiener

19. Paul Waztalwick, et.al., citado. Pág.32.

20. Ver Rodriguez y Arnold, citado, pag. 41.

21.Ver Humbeto Maturana, EL ARBOL... "Autonomía y Autopoiesis", Págs. 28 y ss; Rodriguez y Arnold, SOCIEDAD Y TEORIA DE SISTEMAS, "La teoría de la autopoiesis: Humberto Maturana", Ed. Universitaria, Pág. 53 y ss; Rafael Echevaría, 1987 EL BUHO DE MINERVA, "Humberto Maturana", ver especialmente Pág. 256, PIIE, Stgo. (hay edición 1994 reformada de Editorial Dolmen)

22.Rafael Echeverría, citado, Pág. 256. También Maturana en EL ARBOL...: "...lo que se organiza continuamente a sí mismo" p. 25.

23. Maturana, El Árbol... p. 28

24. Cibernética: ver, Paul Idatte, 1972, NOCIONES FUNDAMENTALES DE CIBERNETICA, Ed. Universitaria, Stgo, (Francia 1969).

25. Riodriguez y Arnold, citado, p. 39.

26. Ver por ejemplo, Ana María Arón S. Y Neva Milicic M., VIVIR CON OTROS Programa de Desarrollo de Habilidades Sociales. Editorial Universitaria, 1994, y Ezequiel Ander-Egg, LA PLANIFICACION EDUCATIVA,. Lumen 1995, Pág. 72-3.

 

BIBLIOGRAFÍA

  * Oscar Johansen B., INTRODUCCION A LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS, Introducción más Capítulos 1, 2, 3 y 4.

  * Darío Rodríguez, Marcel Arnold (1990) SOCIEDAD Y TEORÍA DE SISTEMAS, Ed. Universitaria, Santiago, Cap. III: "Las Teorías Sociológicas de sistema".

  * Niklas Luhmann, 1990, SOCIEDAD Y SISTEMA: LA AMBICIÓN DE LA TEORÍA.

  * Jon Elster, 1990, TUERCAS Y TORNILLOS... GEDISA.

  * Maturana, H. 1990, EL ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO. Ed. Universitaria.

  * Russell Ackoff, PLANIFICACIÓN DE LA EMPRESA DEL FUTURO, Cap. 1 "El concepto cambiante del mundo".

  * Marilyn Ferguson, LA CONSPIRACIÓN DE ACUARIO, Biblioteca Fundamental, (1985) 1994.

miércoles, 8 de julio de 2009

El entorno actual y la gerencia de proyectos de investigación


Por: Luis F. Marcano González

RESUMEN

El proceso de la gerencia de proyectos está cada día más presente en todas las organizaciones, en particular en aquellas dedicadas a la investigación. Esta modalidad, junto con las operaciones de rutina, garantizan la subsistencia de cualquier organización en un ambiente cada día más cambiante. La comprensión del entorno donde se realizan ambos procesos es vital para la gerencia de los centros de investigación. En el presente artículo se ensaya una puesta al día sobre la caracterización del entorno actual de la gerencia de proyectos de investigación. Se utiliza para ello dos enfoques que sobre el particular se han esbozado en los últimos tiempos: el papel de la investigación y el entorno político y económico. Se concluye el trabajo con una revisión de los componentes para una estrategia de centros de investigación.


Los modelos de análisis sobre el papel de la investigación

Michel Callon, Phillippe Larédo y Phillippe Mustar han propuesto, en un interesante artículo sobre la situación de la ciencia en Francia (Callon et al. 1994), un modelo para analizar la importancia de la investigación en las sociedades contemporáneas. Estos autores han llamado a su modelo la rosa de los vientos de investigación. Señalan en su trabajo, además, que proponen este modelo para salirle al paso a los modelos interpretativos que sobre la ciencia se han construido hasta el presente. Por ejemplo, señalan que a fines del siglo XVII, se decidió, en alguna parte en Inglaterra, lo que ha sido parte del discurso en el mundo de la ciencia: la separación entre el mundo de la política y el mundo del conocimiento científico. Desde entonces, en general, la opinión pública ha vivido con una convicción: para mejor servir a la sociedad, la ciencia y los científicos se deben mantener al margen de ella. Que los investigadores investiguen, que lo hagan bien; el resto, y sobre todo las aplicaciones económicas, vendrán por añadidura. Se ha impuesto así, tanto en las instituciones como en el discurso, lo que se puede llamar el modelo lineal: la ciencia descubre y la sociedad la sigue.

Este modelo lineal ha generado rápidamente, por reacción, su contrario también lineal: la investigación académica no garantiza el éxito económico si no está inserta en la industria. Que los investigadores investiguen, pero sin olvidar que deben tener en cuenta nuestra voluntad, la de los empresarios y dirigentes políticos. Sobre esto último es ilustrativo lo planteado por Henry Petroski al analizar la direccionalidad que se le ha dado a la investigación científica en los EE.UU. cuando se refiere a la influencia sobre el desarrollo de esta actividad ha tenido el informe preparado, en 1945, por Vannevar Bush al presidente Truman (Petroski 1997). De acuerdo a Petroski, la dirección utilitaria y orientada hacia la resolución de problemas tecnológicos que se le ha dado a la investigación científica en ese país, ha sido un detonante para potenciar la capacidad productiva que tiene Norteamérica en esta materia. Sin embargo, eso ha traído como consecuencia un apresuramiento en la puesta a punto de algunos resultados, con los consecuentes costos en algunos campos, sobre todo en la industria aeronáutica y espacial.

Pero volvamos a lo que señalan Callon y cía. Las dos posiciones que representan estos dos modelos lineales son, entre sí, mitad falsas y mitad verdaderas. Insisten que la fuerza de la ciencia proviene de estar fuera de la sociedad y dentro a la vez. Los laboratorios de investigación obtienen su capacidad de invención de su aislamiento; obtienen su pertinencia y su eficacia de las múltiples influencias que en él se unen y combinan. Y en ese sentido se preguntan ¿cómo describir esta doble naturaleza de la investigación, esa aptitud de retraerse y conectarse? Y para ello proponen un instrumento de descripción muy simple, lo que ellos han llamado la rosa de los vientos de la investigación.

Según este modelo, la investigación es una actividad compleja cuya naturaleza y resultados pueden ser analizados según cinco dimensiones principales: la producción de conocimientos certificados, la participación en los procesos de valoración económica, la contribución a las acciones de interés general, las actividades de formación y, finalmente, la vulgarización y la experticia. Proponen que la rosa de los vientos de la investigación se puede aplicar indiferentemente a la escala de un país o a un grupo de países o a la de un laboratorio o de un organismo de investigación, cuyas producciones pueden ser así descritas por el equilibrio introducido entre sus diferentes componentes.

Los modelos lineales -en los cuales las actividades de investigación, de desarrollo, de producción, etc., se suceden sin interacción, como un continuo- son aquellos en los cuales existen una distancia máxima entre las cinco ramas de la rosa de los vientos: los centros de investigación, las empresas, los poderes públicos, la educación superior y los medios de divulgación. Cada actor (un laboratorio, un organismo público, una empresa, una universidad, etc.) puede ser asimilado a una parte de un todo, desplegándose una división del trabajo entre los distintos actores. En ese modelo coexisten varias dimensiones de especialización distintas, cada una con sus instituciones y mecanismos propios de estimulo y evaluación. Al interior de cada una de ellas los perfiles son parecidos y, en consecuencia, las relaciones internas son relativamente fáciles. Pero entre los distintos actores y las distintas instituciones las relaciones son difíciles, algunas veces improbables y casi siempre costosas.

En el modelo que proponen los autores citados (Callon et al. 1994), cada instancia -o actor- está dotada de cinco ramas. Un laboratorio universitario puede producir conocimientos certificados, puede participar en la innovación tecnológica, hacer experticia y vulgarización, y, por supuesto, tener actividades de formación y formar parte de los programas públicos en materias de interés colectivo. Lo mismo puede suceder con las empresas y con los organismos públicos. Así, cada instancia puede entonces interactuar una con otra. Sin embargo, en contrapartida, los vínculos pueden ser muy volátiles ya que la estabilización de las relaciones puede ser más difícil, por lo cual también estas pueden resultar poco costosas, pero, en contrapartida, las reglas del juego son fijas y los actores se conocen y hablan el mismo idioma. Entre los dos modelos, todas las configuraciones intermedias son posibles. Pero para que estas relaciones tengan lugar, es necesario alejarse del modelo lineal y de su división del trabajo en campos estancos, y, por tanto, acercarse al modelo propuesto en donde las relaciones, en número e intensidad, pueden llegar a ser potenciadas.

Para efectos de comprender las virtudes del nuevo modelo propuesto vale la pena hacer una breve descripción de la rosa de los vientos de la investigación. Este modelo describe a los actores, sus relaciones y el papel de la investigación. En la rosa se ponen en evidencia cinco dimensiones caracterizadas por finalidades diferentes. En primer lugar, la investigación contribuye a la producción de conocimientos certificados cuya solidez y originalidad son evaluados por la comunidad de especialistas. Esto es lo que se conoce como la investigación académica la cual engloba, también, tanto las actividades llamadas fundamentales como las ciencias de la ingeniería o la investigación tecnológica de base.

En segundo lugar, la investigación participa además en el proceso de valorización económica, lo que conduce a la producción de innovaciones. Estas actividades se inscriben en las estrategias de las empresas para crear ventajas competitivas.

Asimismo, la investigación contribuye a acciones de interés general en los dominios de la salud, el ambiente, los viajes espaciales, la defensa nacional, el desarrollo urbano, entre otros. El mecanismo de regulación subyacente no es ni el aumento de los conocimientos como tales, ni la creación de ventajas competitivas, sino la producción de bienes colectivos.

La contribución a las actividades de formación de personal de alto nivel constituye para la investigación una salida esencial y es la cuarta punta del modelo. Los conocimientos y el saber-hacer elaborados por los investigadores deriva así en saberes de los seres humanos (estudiantes, formación profesional).

Por último, la investigación no se puede desarrollar en una sociedad hostil a la ciencia y a la técnica. Tal y como lo señala García Bacca, la atmósfera cultural de nuestra época está compuesta fundamentalmente de ciencia y técnica (García Bacca 1980). Es por eso que desde siempre los investigadores se han esforzado en «vulgarizar» sus actividades. A ello se le deben agregar las actividades de experticia que algunos investigadores realizan y con las cuales hacen oír el punto de vista de la investigación sobre diferentes problemas (comisiones de normas, ética, directorios, etc.).

La múltiple dimensión que presenta este modelo permite percibir, de una manera más matizada, el complejo papel que tiene la investigación en el entorno actual. Por supuesto, que como en todo modelo teórico, el presentado por Callon et. al. se simplifica la realidad y no recoge con claridad la totalidad de los aspectos. Sin embargo, es mucho más útil para comprender el alcance que tiene la investigación en el ambiente cultural de nuestra época y permite desprenderse de esa mirada simplista y lineal que los otros modelos nos trasmiten. Sin embargo, es necesario comprender además otras dimensiones. Entre ellas los rasgos fundamentales del entorno político y económico.

El entorno político y económico

Ahora bien, a lo largo de su historia las sociedades humanas han desarrollado distintas formas de producción de bienes y servicios. Hoy, la denominación genérica de la forma dominante de producción es la de sistema capitalista. Es decir las prácticas sociales en lo económico y en lo político están signadas por las relaciones de tipo mercantil. Ello se manifiesta en lo político con la aparición de la democracia y en lo económico con relaciones de intercambio entre iguales. La génesis de este sistema, en lo económico y en lo político, data ya de varios siglos, pero sus hitos más destacados comienzan a reseñarse a partir de la Revolución Industrial, durante la segunda mitad del siglo XVIII.

La expansión y evolución de estas prácticas ha originado en cada uno de los entornos donde ha prosperado múltiples características. Los estudiosos del tema han propuesto diversas teorías. Desde el siglo XVIII, con la aparición de la Economía Política en Inglaterra y en Francia, se han abordado distintos tipos de análisis sobre el crecimiento y prosperidad de las naciones, como señalaba Adam Smith en su obra fundamental. Desde esos tiempos y hasta el presente, múltiples han sido entonces las aproximaciones para comprender la dinámica de esta forma de producir bienes y servicios y de relacionarse entre sí las personas en la mayoría de los países del mundo entero.

Sin embargo, lo que parece ser constante en casi todos los análisis es que estas prácticas generan crisis permanentes. Para unos, los que se oponen ideológicamente a estas prácticas sociales, detrás de estas crisis se encuentran las razones que llevarán a su desaparición. Para otros, quienes las defienden, ellas son la expresión de los síntomas de la capacidad que tiene la sociedad para renovarse de forma continua y de nutrirse de manera periódica.

Ahora bien, con la aparición de la microelectrónica y la informática -del microprocesador en los EE.UU.- y de un nuevo modelo de organización de la empresa -en Japón-, a mediados de la década de los setenta del siglo XX, se inaugura un nuevo ciclo del capitalismo y la aparición de un nuevo patrón tecnológico mundial (Pérez, 1986). La producción flexible, la microelectrónica, la aparición de redes y las economías de especialización, son los rasgos fundamentales de esta nueva época. Lo que se ha dado por llamar globalización (o mejor dicho, la americanización del modo de vida de la mayoría de los países), la lucha por la liberación de los mercados, el intento por redefinir el papel del Estado, son los aspectos socio-institucionales de esta nueva etapa.

Todo esto marca el ambiente económico y político. Las nuevas empresas, por ejemplo, se basan cada vez más en el uso intensivo del conocimiento científico y técnico para mantenerse competitivas en los mercados en permanente expansión. Los nuevos conglomerados de empresas se expresan en una nueva forma física de aglomeración urbana (Castells y Hall 1994). Es lo que se ha dado por llamar los parques tecnológicos, las incubadoras de empresas, o para decirlo en otras palabras las ciudades de la ciencia o tecnópolis (Marcano y García 1997).

Por otra parte, los organismos públicos requieren cada día más de información precisa y actualizada para garantizar la eficiencia y efectividad de los servicios que le prestan a la población y mantener la independencia y soberanía de las naciones. Para ello requieren cada vez más del principal factor de producción del sigo XXI: el conocimiento científico y tecnológico.

Este panorama, descrito aquí brevemente, marca de manera significativa el entorno de los proyectos de investigación. Nos encontramos, por tanto, en un complejo mundo de relaciones, donde la investigación juega un papel fundamental. Sin temor a equivocarnos, se puede afirmar que en todas las actividades humanas que se realizan se hace presente la ciencia y tecnología. Si esto es cierto desde varios puntos de vista, es conveniente, entonces, fijar un conjunto de elementos que sirvan de guía para diseñar estrategias en nuestros centros de investigación.

Componentes de estrategia para nuestros centros de investigación

Hace algunos años (Marcano 1993) hacíamos una propuesta para los centros de investigación. Decíamos que los modelos de organización utilizados para estructurar los centros de investigación en Venezuela han sido, en la mayoría de los casos, copia de aquellos desarrollados en países más avanzados en actividades de ciencia y tecnología. Asumíamos, para esa oportunidad, el sentido más amplio del término organización. Los componentes que se discutían en esa oportunidad eran aquellos que podían permitir un mayor y más eficiente rendimiento en las actividades de investigación, tanto en los resultados que pudieran ser obtenidos como en la capacidad de los centros de incidir en su entorno social, económico y cultural.

La discusión la hacíamos tomando en cuenta las características y particularidades de Venezuela. Constatábamos que la mayoría de nuestros centros de investigación habían asumido que buena parte de las condiciones dadas en los países desarrollados estaban presentes en nuestro país. Así decíamos, por ejemplo, que se consideraba a priori que la actividad empresarial local está en condiciones de demandar el conocimiento científico y técnico necesario para mantenerse competitiva en los mercados y en consecuencia con ese supuesto se procedía desde las unidades de investigación.

Además, se desconocía desde los mismos centros las características de los sectores a los cuales iban dirigidos los esfuerzos de investigación. Esto podía conducir, en el mejor de los casos, a encuentros esporádicos, poco exitosos y de bajo contenido científico -servicios rutinarios- entre centros y empresas (Plonski,1993 y Pirela et. al., 1991b).

Pretendimos, en esa propuesta, introducir a la discusión de responsables de unidades de investigación seis componentes que, a nuestro juicio, es necesario que estuvieran asociados unos a los otros. Estos componentes podían ser utilizados como guía de acción para diseñar una estrategia más acorde con nuestros niveles de desarrollo. Esos componentes son los siguientes: 1) Concepción de la investigación como un sistema; 2) Conocimiento de la rama de actividad donde se actúa; 3) Proyectos propios; 4) Equilibrio entre proyectos propios y servicios; 5) Disposición de aparato de producción; y 6) Formación de personal de alto nivel. Revisemos entonces la propuesta de cada uno de estos componentes.

Concepción de la investigación y desarrollo como sistema

Constatamos que los hábitos y costumbres dominantes en las unidades de investigación -sobre todo en aquellas de origen académico- mantienen aún una división en campos estancos entre la naturaleza de sus actividades de investigación y las del propio centro. Según ésta tradición los proyectos pueden ser de investigación básica -fundamental, pura o exploratoria, de investigación aplicada -tecnológica o dirigida-, proyectos de desarrollo –de nuevos productos y procesos, o su perfeccionamiento, descubrimiento de nuevos usos o aplicaciones o el ensayo y la evaluación– y proyectos de asistencia técnica –reducción de costos, ingeniería y aplicaciones, mantenimiento de productos, inteligencia técnica o información técnica–. Todos estos campos vistos como compartimientos estancos sin muchos vínculos entre sí. Encontramos entonces centros que se definen por el tipo de proyectos que abordan. Así, es frecuente escuchar que se trabaja en un centro de investigación aplicada o en uno de investigación básica o en uno de desarrollo. Tales definiciones no responden a la realidad de la investigación hoy en día, tal como lo he señalado más arriba. Un investigador, un equipo de investigación o un centro de investigación se enfrentan a problemas en ciencia y tecnología que de por sí tienen distintos abordajes (Asbby, 1969). Si bien se pueden reconocer las diferencias entre cada uno de estos campos, estas vienen dadas por el tipo de personas que se dedican a ellos. Por ejemplo, las personas creativas, curiosas y motivadas por la tradición científica tenderán a proyectos dentro de la investigación básica; en cambio personas curiosas y orientadas hacia las necesidades del mercado actuarán mejor en proyectos de investigación aplicada o de desarrollo.

Asimismo, el nivel de desarrollo de la disciplina en concreto también determina el perfil de los proyectos. En ese sentido, una disciplina como la Física, cuya madurez ha alcanzado importante niveles, propone en su propia tradición problemas de investigación que se orientan más hacia los campos básicos. En su lugar, algunas disciplinas de lo que se conoce genéricamente como las Ciencias Sociales, con dificultad pueden plantear problemas en ese ámbito.

También podemos encontrar diferencias en la finalidad de cada proyecto. Mientras un proyecto de desarrollo puede tener como fin el de crear productos nuevos o mejoras, uno de investigación básica tendrá como finalidad entender el desconocimiento y proveer nuevos conocimientos.

Por otro lado, los procesos que se utilizan en cada uno de los campos que he señalado -básico, aplicado, desarrollo, asistencia- son otra manera de encontrar diferencias. Así encontramos que investigar los fenómenos, descubrir los secretos de la naturaleza y verificar las teorías del mundo físico definen el proceso de la investigación básica y, por supuesto, es distinto esto al proceso de satisfacer las necesidades de las unidades de producción, de mercadeo o de otro ámbito de una empresa usando recursos técnicos más sofisticados y personal calificado, propio de la asistencia técnica.

Otra fuente de diferencias entre los distintos tipos de proyectos las constituyen los resultados obtenidos. Mientras de la asistencia técnica se obtienen servicios o asesorías, de los proyectos de desarrollo obtenemos especificaciones y requisitos de desempeño de productos o procesos, nuevos o mejorados. En cambio, de la investigación básica obtenemos como resultados teorías o conocimientos que serán divulgados, y en la investigación aplicada tendremos teorías o conocimientos acerca de productos naturales o industriales.

Visto así el panorama, tenemos que, aún manteniendo y reconociendo estas diferencias entre los proyectos de investigación, las actividades científicas y tecnológicas cada día convergen más. Por eso encontramos que cada día la ciencia sufre un proceso de industrialización y la tecnología uno de cientificación (Vessuri, 1992). O para decirlo de otra manera “en la búsqueda del conocimiento es preferible hablar de un continuo guiado por un conjunto de fuerzas dominantes: las del mercado de bienes y servicios, por un lado, y las fuerzas relacionadas con los intereses y propósitos de los buscadores profesionales de conocimiento, por el otro, con la cual la distancia entre conocimiento científico y tecnológico llega a ser mínima” (Vessuri, 1992: 165).

Esta realidad es la que debe estar presente hoy en día entre la gente que hace investigación, sobre todo en aquellos que tienen la responsabilidad de dirigirla. Darse cuenta de que de los resultados de un tipo de proyecto, de los que se han denominado de investigación, pueden tener relación -y de hecho la tienen- con otro tipo de proyectos y que en la practica, se consolida cada día más un proceso convergente entre ciencia y tecnología. Es este el pensamiento, entonces, que debe guiar la acción de planificación de un centro de investigación. Y lo que es más importante de su relación con otros centros de investigación o instancia donde esta aparezca y con el entorno social y económico que les compete. Para ello es evidente que se debe conocer esa realidad lo mejor posible.

Conocimiento de la rama de actividad donde se actúa

Decíamos que solicitar a los centros de investigación un conocimiento profundo de la rama de actividad donde se actúa puede parecer, a primera vista, una perogrullada. Sin embargo, del levantamiento de información realizado en unidades de investigación (académicas o no) esto no parece ser una preocupación central de los responsables. Así encontramos centros cuya actividad esta vinculada al área de la salud, por poner un ejemplo, que no se han dedicado sistemáticamente a conocer, y en ultima instancia a diagnosticar, las características y dimensiones del problema salud en la sociedad. Por otro lado, muchas unidades de investigación en otras áreas poseen en su cartera de proyectos cantidad de propuestas, y en muchos casos de resultados, que no son utilizados o asimilados por el entorno a que originalmente fueron dirigidos. En Venezuela abundan ejemplos que ilustran esta afirmación.

Si bien el campo de las investigaciones sociales, en particular la economía, se ha venido desarrollando no es frecuente encontrar unidades o secciones en centros de investigación, sobre todo en el campo de la ciencias naturales, que se ocupen de profundizar sobre la características de los componentes y relaciones entre ellos, de la rama de actividad de la cual se ocupan. Casos en las áreas de la agricultura, el petróleo, la electrónica, la alimentación, etc., pueden también ilustrar esta afirmación.

Muchas veces se reduce esta necesidad a un estudio puntual de mercado para ver la viabilidad de introducir un determinado resultado de investigación. Esto no es lo que se quiere destacar al insistir en el conocimiento a profundidad de la rama de actividad donde se actúa. Lo que se pretende es poner en un sitio adecuado la necesidad de indagar sobre las características estructurales de la rama o sector adonde van dirigidos los esfuerzos y cómo se da o se introducen en ella los cambios. Se pretende así hacer de la investigación una actividad con más disposición asertiva. No se puede actuar en ningún campo y mucho menos en forma eficiente, si no se conoce bien cómo allí se relacionan los distintos actores, las relaciones y cómo se pueden introducir cambios.

En general, esta preocupación ha sido responsabilidad en los países desarrollados de las empresas productoras de bienes y servicios. En nuestros países la base de las empresas es débil en este campo. No se pretende sustituir esta actividad de indagación sobre la dinámica de un actor a otro. Más bien lo que se busca es crear sobre bases sólidas la posibilidad de transferir resultados de investigación de los centros a las empresas y viceversa. Ello puede permitir, a través de la formulación y ejecución de proyectos propios, construir y acumular conocimientos científicos y tecnológicos pertinentes con las ventajas y necesidades que posee la sociedad en una época determinada.

Proyectos Propios

Con frecuencia aparecen críticas sobre la poca o nula pertinencia que tienen algunas actividades científicas y tecnológicas con los problemas del país. En algunos casos esas criticas pueden ser ciertas. Hay comunidades de investigadores que han perdido sus vínculos con la sociedad y prefieren buscar su legitimidad en otras latitudes (Reig,1992). Incluso los criterios de valoración de la actividad científica son los que se manejan en los países desarrollados. Sin embargo, del conocimiento profundo de la rama de actividad en la cual se actúa se desprenden proyectos propios de la unidad de investigación. Proyectos, que si bien no pueden o no van a tener una aplicación inmediata, contribuyen a construir una capacidad científica y técnica que le permite al centro mantener sus capacidades de afrontar y resolver problemas.

Pongamos como ejemplo el caso de un país como Venezuela. Nosotros participamos en la economía internacional aportando energía. Hoy esa energía tiene su origen en el petróleo; es decir, según las teorías más difundidas, esta es una energía de origen fósil. ¿Cómo podríamos mantenernos competitivos como vendedores de energía? Pues bien, investigando en fuentes alternas de energía y desarrollando productos derivados de este recurso que poseemos. Las investigaciones en nuevas fuentes de energía nos pudieran permitir mantenernos competitivos en el mercado internacional, por un lado, y aquellas que nos permitan desarrollar o industrializar el petróleo (la petroquímica y la industria de la química orgánica) nos pudieran hacer aprovechar la ventaja comparativa de poseer este recurso no renovable, por lo demás en abundancia. Pero para ello hay que formular y ejecutar proyectos propios a nivel del sistema de ciencia y tecnología del país. Y esa es una necesidad inaplazable.

Aunque el ejemplo se refiere a una nación determinada, y, tal vez, se le puede criticar por su esquematismo, sirve de ilustración a lo que llamamos poseer proyectos propios en los centros de investigación. Pero poseer estos proyectos propios no asegura que la unidad se encuentre en el camino correcto. Para ello requiere que esté vinculada con el mercado. Necesita poner a prueba sus capacidades y constatar cuales son sus carencias. Para ello debe poseer un enlace con su entorno. Debe prestar asistencia técnica traducida en servicios de información técnica, de mantenimiento de productos o procesos, etc. En fin, debe poseer un adecuado equilibrio entre proyectos propios y servicios para compensar sus necesidades de recoger información de lo que pasa en su entorno con sus capacidades de influir en él, tanto a mediano como a largo plazo.

Equilibrio entre proyectos propios y servicios

El exceso de pragmatismo en muchas unidades de investigación las ha llevado a dedicar buena parte de sus capacidades a la prestación de asistencia técnica o de servicios. Si bien ello ha tenido su justificación en la estrechez económica que la mayoría han vivido, sobre todo en los últimos años, ello ha sido también la causa de un movimiento pendular que llevó a muchos centros de un estado de introspección permanente a uno de búsqueda extrovertida de consumidores de sus capacidades humanas y técnicas -laboratorios y otras instalaciones-. Esto no sólo se constata en Venezuela sino en otros países de Iberoamérica (Plonski, 1993).

Entonces, se necesita alcanzar un equilibrio. La actividad desmesurada de prestación de servicios ha destruido -por decir lo menos- muchos centros de investigación. En algunos casos han quedado apenas reducidos a laboratorios de certificación, si bien útiles, desprovistos de toda capacidad de abordar problemas de otro nivel de complejidad, dejando a otros, por supuesto, estas tareas. Se requiere, por tanto, mesura en la prestación de servicios y mucha conciencia institucional de por qué se hacen. Sí esto no es así se corre también el riesgo de reducir esta actividad sólo como fuente de recursos económicos. Importantes sí, pero no suficientes para la vida de un centro.

El investigador debe estar en contacto con los problemas de su área de competencia y la asistencia técnica es una fuente de conocimientos en estos campos, pero no la única, a veces no la más eficiente. Su experticia es útil para la resolución de problemas en la sociedad. Por lo tanto, no se debe despreciar esta ventana al entorno que significa la asistencia técnica. Si es posible debe poseer independencia operativa y no estar mezclada con la operación de los proyectos de investigación. Papel importante juegan en ello los gerentes de proyectos quienes con su capacidad de ver y hacer ver a su equipo hacia donde se va, pueden utilizar la demanda de servicios como un instrumento para alcanzar y potenciar los objetivos buscados en sus proyectos.

A los gerentes de centros de investigación corresponde, sin embargo, garantizar este equilibrio. Son ellos los llamados a ponderar la madurez de la institución para vincular sus capacidades sin poner en peligro su perfil y vocación científica y tecnológica. No es tarea fácil, pero para ello hay que dotarse de capacidad de producción. Esto permite evitar la tentación que, a la larga, desdibuja la verdadera misión institucional y contribuye a enriquecer el trabajo a futuro de la investigación.

Disposición de aparato de producción

Apoyándonos en Vessuri, ya decíamos más arriba que la convergencia entre ciencia y tecnología es cada día más evidente. La frontera entre ambas actividades es cada vez más difusa. Mientras la ciencia se dedicó por mucho tiempo a la búsqueda de lo desconocido en la naturaleza, la tecnología utilizada, por su parte, era la forma instrumental como las sociedades se relacionaban con su entorno natural. La revolución tecnológica del siglo XX ha hecho que los conocimientos y descubrimientos científicos se apliquen casi inmediatamente a la producción industrial de bienes y servicios. La cientificación de la tecnología es hoy día una realidad. Cada día la producción industrial requiere de más ciencia (el qué se hace) y la tecnología (el cómo se hace) se hace más científica (Vessuri, 1992).

No hay, pues, sino en muy raras y escasas excepciones, descubrimiento científico que no lleve parejo su casi utilización inmediata y por lo tanto la presencia de sus responsables en su aplicación. Por supuesto, ello tiene sus implicaciones éticas que no es el caso analizar aquí con más profundidad, pero no por ello las consideramos menos importantes. Lo que queremos destacar es que una unidad de investigación no puede estar hoy día separada de una unidad de producción. Es requisito indispensable, en casi todas las actividades de investigación, poder llevar por lo menos a escala pre-industrial los resultados de los proyectos. Es quizá este componente el más polémico de los hasta ahora planteados. Pero no escondemos que a pesar de lo controvertido y costoso, se va a convertir en requisito indispensable en nuestros centros de investigación.

Otro aspecto refuerza esta necesidad y es justamente las características del aparato industrial que disponemos en Venezuela. No es propiamente un aparato soportado por el conocimiento científico y tecnológico como lo es, tal vez, el existente en países industrializados. No olvidemos que los cambios técnicos y descubrimientos científicos dieron origen y sustentan aun hoy día las capacidades productivas de esos países. Investigaciones sobre sectores industriales de la más diversa índole (Pirela et al, 1991a, INCOVEN,1988) demuestran el poco o ningún interés que tiene el empresario local en la ciencia y tecnología como base de su actividad económica.

Toca al investigador, ya no con sentido dubitativo como lo señalaba años atrás una historiadora de la ciencia norteamericana (Stepan, 1976), asumir el papel de empresario para demostrar que la ciencia y la técnica se pueden convertir en capital. Esto contribuiría a formar una cultura empresarial más sólida a través de la formación de personal de alto nivel que vaya a llenar las filas de emprendedores que se apoyan en la ciencia y tecnología para producir los bienes y servicios que requerimos.

Formación de personal de alto nivel

Toda actividad de investigación que se mantenga aislada y no se reproduzca tiende a agotarse en sí misma. La formación de personal de alto nivel es el último de los componentes de esta estrategia como condición sine qua non para que un centro de investigación actúe con más pertinencia en su entorno. A lo mejor, sobran las palabras para explicar el sentido y propósito de este componente propuesto. Sin embargo, no está demás señalar por qué es necesario para un centro de investigación formar personal, tanto de su planta como aquellos que van al mercado de trabajo.

La cultura que se construye en un centro de investigación productivo y exitoso es difícil de transferir y menos reproducir en otro entorno que no sea el propio centro. Los hábitos y costumbres, así como la visión del mundo que se obtienen en estas instituciones, son, a veces, limitadas pero tienen la ventaja de su profundidad en áreas muy específicas. Esta profundidad de conocimientos contribuye a concentrar la capacidad de resolución de problemas con medios más sofisticados que los corrientemente utilizados. El entrenamiento en este ámbito de trabajo dota al participante de una capacidad traducida en habilidades y destrezas muy útiles en su campo de especialidad. Para el centro de investigación es una manera de verse en un espejo actuando en su entorno y un indicador de su capacidad para entender y atender los problemas propios de su área de competencia.

Por otro lado, el personal formado en estos ámbitos actúa como una onda expansiva difundiendo los conceptos y visiones que se tienen desde el propio centro de investigación. Al mismo tiempo, contar con un instrumento de esta potencialidad es garantía de mantenimiento en el tiempo por efecto reproductor de esta actividad. Son pocas las unidades de investigación que manejan en forma consciente este componente en sus estrategias. En el mejor de los casos se trata como requisito casi administrativo o como un hábito inerte heredado de la institución que los acoge (por ejemplo, las universidades). En otros casos se desdeña esta tarea por ser consumidora de tiempo y aprovechable en otra actividad (¿servicios tal vez?), pensándose que el personal se forma fuera del centro y éste lo que hace es captarlo.

Comentario final

No se pretende presentar un recetario para los responsables de las unidades de investigación. Nuestro propósito ha sido más bien presentar estos componentes para su discusión. Son ideas que se han venido decantando en el tiempo y corresponden no sólo a la experiencia personal sino a la observación de otras situaciones y al intercambio de experiencias con otros colegas que les ha tocado afrontar la responsabilidad de dirigir actividades científicas y tecnológicas en distintos ámbitos. A ellos nuestro agradecimiento por la franqueza con que nos han transmitido sus errores y aciertos.

Como acotación final no se debe dejar de insistir en la condición de vinculación que tienen entre sí estos componentes de estrategia propuestos. No pueden ni deben verse aislados unos de otros. Se han querido presentar como un continuo, de manera de exponer y resaltar esta necesaria condición. Para efectos de análisis pueden ser separados y en el mejor de los casos cuantificados. Pero en todo caso, no debe ser una limitación para utilizarlos como guía y lograr así una mejor gestión de nuestros centros de investigación.

Una visión de la investigación como la presentada en el modelo propuesto al inicio de estas líneas, así como la comprensión de los factores políticos y económicos del entorno, puede permitir que desde las unidades de investigación, y en todas aquellas organizaciones donde esté presente esta actividad, se comprenda mejor el importante papel que tiene hoy en día actuar de la manera propuesta. Porque no está nunca demás señalarlo, sin ciencia y tecnología propia, desarrollada con nuestros propios esfuerzos, es difícil garantizar la independencia y soberanía de cualquier nación hoy en día. Estas son, en conclusión, las condiciones del entorno que signan hoy los proyectos de investigación.

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FUENTE:
http://www.revistaespacios.com/a00v21n02/52002102.html